Pensando en la conocida frase que Albert Einstein dijo sobre ella , llego a la conclusión de que yo puedo formar parte de dicha infinitud. Acostumbro a no descartar posibildad alguna y , por tanto , dentro de esta infinitud puedo hallarme. Sin duda lo estoy para otros y pienso que pudiesen tener razón estos otros o esotros. De ser así , tendría sobre ellos una ligera ventaja : la de admitir que puedo ser estúpido en un mundo que cree que la estupidez es cosa ajena , no de ellos. A juzgar por lo que vivo , nadie piensa que está equivocado , o puede estarlo , en su visión del mundo . Los equivocados son siempre los que no piensan como ellos piensan. Qué penita y qué dolor de los gitanitos de El Puerto y de los que se creen en posesión de verdades absolutas y perseguidos por perseguidores que no los persiguen ni ganas tienen de hacerlo. Ni siquiera están tentados de hacerlo. Cree la generalidad , no catalana sino humana , que la verdad es monocolor y propìedad privada ,cuando pienso que no es ni lo uno ni lo otro . Es multicolor según mi modestísima opinión de las cosas y de todo. Quien así no lo crea está equivocado de cabo a rabo; pero , tal vez , yo sea un número más de los infinitos estúpidos que pueblan el planeta Tierra y el estúpido y equivocado sea quien subscribe. Al fin y al cabo , uno más no importa. Cuántas cosas que me parecen incomprensibles para el razonamiento lógico y coherente leo , veo y vivo. Será fallo mío por pertenecer al elevadísimo número de los estúpidos. Nada excepcional. Intentaba conseguir que la entrada fuera corta y creo haberlo conseguido. Quien mucho habla puede errrar mucho y los Parlamentos son cobijos de parlanchines. Los Parlamentos y otras instituciones oficiales y extraoficiales en las que se carece de valor para enfrentarse a las realidades a pecho descubierto y con la verdad multicolor por delante. Con la verdad polícroma y con el razonamiento lógico y no contradictorio.
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