EL HUMO EN LAS MANOS

Expulso una bocanada del humo de mi pipa e intento aprehenderlo entre los dedos y la palma de mi mano izquierda por la que el dupuytren avanza. No lo logro y el humo de mis pulmones se escapa , fugitivo , a zonas cercanas a mi entorno. La pipa fue de mi padre , que ya se fue como tantas personas y cosas queridas que , en vano , intento aprehender también. Solo lo consigo con el recuerdo. Con éste , revivo momentos realmente imposiles de revivir, irrevivibles en caso de ser correcto el término , pero al que me ayudan la contemplación y el trato con personas , paisajes y cosas queridas. Por ello , en la senectud incipiente , necesito más el contacto con familia y amigos con los que el tiempo  se pasó. Dejó de  ser realidad y se convirtió en añoranza : En nostalgia que mezcla pasado y presente con tristeza deleitosa. Quizás mi condición de historiadorcete me haga más proclive al pasado. Sin duda forma parte de nuestras vidas mientras pueda recordarlo. Cuando no sea así , habré muerto como tantos y como el humo que se me escapa de las manos.que siempre persigo sin darle alcance.El humo que pasa como los días y los ratos buenos y malos. Como las aguas de los ríos que van a dar en la mar , tal como Jorge Manrique dijo, en sus momentos de recuerdos, de forma tan exquisita en aquel lejano siglo XV vivido por personas a las que trato de acercarme y de las que nunca seré , en sus vidas , recuerdo. Los recordamos a ellos , pero no ellos a nosotros.Sin embargo , somos sangres de sus sangres aunque los tiempos sean lejanos. Somos presente huidizo con pasado y con pasados.Que nadie nos robe nuestro pasado ni nuestros pasados. Tenemos derecho a él y a ellos.