Para evitar problemas y aglomeraciones de masas pues la fama tiene sus incomodidaes. Lo de haber entrevistado en vida a Bin Láden y haber intentado hallar su cadáver o lo que de él quedara , sus restos más o menos descalabrados ; unido a ser los primeros hombres del planeta azul que fuimos y volvimos del planeta rojo , pasa factura. Una de ellas es tener la sensación de que nuestras vidas son miradas con lupa no solo por el ministerio de Hacienda sino por otros ministerios menos interesados en lo económico y más en asuntos que no son de su incumbencia. Otra , ser punto de mira y chismorreo de la humanidad vana y banal que nos rodea.
Desde mi balcón veo la Giralda , a cuya sombra estudié el bachillerato , sin cansarme de mirarla ni de admirarla. Mientra más la miro más me gusta. Confieso que estoy enamorado de ella y sé que no soy el único. Qué figura. Qué bien plantada está en sus cimientos que hasta el Alcázar sevillano llegan. No digo más porque sobre su armonía y esbeltez se ha dicho casi todo y por temor a orientar sobre el privilegiado hotel en que estamos los miembros de la expedición a los Andes que financia don Eufrasio.
Los miembros somos , además de los consabidos José Joaquín Pineda Calle , Arturo Pérez y Pérez y el sufragador y jefe mío don Eufrasio de la Frase y Suárez de Golfín , un mecánico de aviones , John Bristol , nacido en la ciudad de su apellido , en el Reino Unido de la Gran Bretaña como todos sabemos , más un joven estudiante de periodismo , cantautor para más señas , llamado William Alvah ,quien nos amenizará el vuelo con sus músicas , letras , guitarra , armónica , pandereta y otros pequeños y originales instrumentos musicales. Aunque estudia y vive en Sevilla , su domicilio paterno está en Cádiz. Es , por tanto , gaditano-sevillano. Mujeres no vienen, Solo cinco hombres que llevaremos al antiguo Tahuantinsuyo aires y aromas muy distintos a los que llevaron las huestes de don Francisco Pizarro y don Diego de Almagro entre otros. El joven cantautor gaditano-sevillano es , pura coincidencia y por apellido cierto pues Alvah es nombre artístico puesto con arte , lejanísimo pariente , no descendiente directo , del Solón peruano : don Francisco de Toledo , virrey que fue de aquellas lejanas tierras en el último tercio del siglo XVI , el siglo de esplendor del reino de Castilla , y autor de las famosas Ordenanzas del Virrey Toledo , tan adaptadas a la realidad de aquellos años y aquellas tierras de indios.
Los cinco , cuando habia anochecido , nos hemos dado un garbeo por el barrio de Santa Cruz y calle Mateos Gago , antigua calle de la borceguinería de la capital andaluza , sin alejarnos mucho de nuestro hotel de espera y vigilando las copas que Arturo bebía , no por curiosidad sino tratando de evitar que se pasase en la ingesta de los buenos vinos andaluces y los buenos licores escoceses. Arturo suele contar que una vez que fue al médico , éste le preguntó si bebía mucha agua. Respondió que ninguna y el doctor se quedó helado. No lo conocía. Nosotros sí y por ello estamos al liquindoy. hoy y lo estamos , en este sentido, siempre. Cabe que cuando volvamos al hotel , tengamos una nota del aeropuerto de San Pablo con la hora y día de despegue y el permiso del director del aeropuerto Jorge Chavez de Lima para nuestro aterrizaje.
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