LA ANHELADA ENTREVISTA A ROSITA ROJO.

Se produjo en la mañana del día 24 de octubre del año en el que estamos  , a las diez horas . Rosita apareció vistiendo sus mejores galas ,  con garbo  de veinteañera. Yo , afamado periodista del planeta Tierra , acudí a la cafetería de su Martiria natal en la que me había citado  ataviado con traje de color gris  oscuro y con corbata roja . Ella pidió ,  al camarero que nos atendía , un café marciano con tostadas de pan rojo. El entrevistador , es decir , yo , pedí un café terrero . El barman me entendió en cuanto que dominaba el español-castellano , si bien mis lectores no sabrán de qué se trata y se lo diré :  un café con leche de color tierra .

Sin más, le lancé la primera pregunta, de la batería que llevaba preparada,  cuya  respuesta suponía , consistente en qué sabía de nuevo sobre el covid-19 ; a la que contestó de la siguiente forma : NADA  DE PARTICULAR .

De manera inmediata , le lancé la siguiente , cuya respuesta también suponía , que consistía en lo que a continuación enuncio y anuncio : ¿ Conoces o puedes atisbar sus probables orígenes ?. SON CHINOS Y PROCEDEN DE LA CIUDAD DE  WUHAN .

Sobre la respuesta , rápida , le volví a preguntar, sobre la marcha , el porqué de la celeridad con la que la pandemia se extendía por la Tierra . DESCONOZCO EL PORQUÉ . dijo .

¿Para cuándo habrá vacunas? . Ante su respuesta me quedé absorto . NUNCA LAS HABRÁ , dijo .

Di por finalizada mi entrevista ya que poco aportaban a lo sabido por todos , excepto la última   . Preferí mirar su estrafalario atuendo y  observar los extraños movimientos de sus cuatro piernas bajo el velador  de tres patas . 

A continuación retomé el bólido volante y volví al planeta azul ; no sin darle, antes , las gracias por haber accedido a la entrevista y haberme dejado su casa al tiempo que hacía alusión a su hospitalidad y le recordaba  el lugar que tenía la suya, en la Tierra , a la que podía ir con Colorín o sin él . 

 En la travesía sideral de vuelta , tardé tres horas . No se produjo atraso al no desencadenarse algún tipo de  tormenta cósmica  ni nada  semejante.   Solamente el polvo de estrellas empañó los cristales de la nave .

Cuando llegué a casa eran las tres de la tarde . Se sabe que las comunicaciones entre ambos planetas del sistema solar están hoy al alcance de cualquiera.