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EL BLOG DE GUILLERMO ÁLVAREZ DE TOLEDO PINEDA. Blog independiente y de temas multicolores. Entre ellos , el tema estrella : Historia de los Álvarez de Toledo Golfín. Etiquetas temáticas en la parte inferior y lateral con las gracias por entrar y leerme.Unas gotitas de humor no van mal en la cazuela de la VERDAD y mucho pueden decir.

martes, 24 de abril de 2012

Y SURGIÓ LA NOTICIA : UN HOMBRE MORDIÓ A SU PERRO

Dice don Eufrasio que le hace sitio , de otra forma no sería justo , en la edición de EL VELERO ANDALUZ de mañana , a la noticia que le envío por correo electrónico en el que tan mal arte me doy.

Aniceto paseaba con su perro , encadenado como la ordenanza municipal dice , por una calle del centro de Cádiz , por la calle Ancha , cuando una perra coquetona se les acercó y los olisqueó con intención de seguir el juego amoroso-canino. El perro de Aniceto se llamaba Ceto y la perrita que lo requería de amores , Ani.. Por consiguiente , Ceto vió en ella su complemento perfecto y no se hizo mucho de rogar, sucumbiendo pronto a los atractivos de Ani. Aniceto trató de recortar los impulsos de fuga amorosa de su perro y comenzó entre los tres animales , uno racional y dos irracionales , un combate a tres , despiadado y brutal como el instinto mismo , en los que se mezclaban gritos humanos y ladridos caninos en un totum revolutum y guirigay que alertó a los comerciantes de la calle Ancha . Uno de ellos llamó a los bomberos , en cuanto que laceros ya no hay , y fue entonces cuando Cleto logró desprenderse de la cadena de su amo y emprender alocada fuga con Ani hasta perderse por la cuadrícula del callejeo gaditano.


Aniceto quedó muy triste y dudando de la tan ponderada fidelidad de su queridísimo perro. Tras tres días de soledad sin compartir , días en los que el amo del perro supo qué era la añoranza y el arrepentimiento por alguna riña injusta a su , hasta entonces fiel  acompañante , Aniceto volvió a pasear por la playa sin perro propio. Paseando estaba cuando le pareció ver , a lo lejos , la armoniosa silueta de Cleto que corría hacia él. pleno de gozo .Aniceto corrió al encuentro de su perro con lágrimas de emoción en sus ojos. Al abrazarlo , le mostró su alegría por haber vuelto mientras Ceto , que ya habría dejado preñada a Ani , movía su rabo y daba vueltas alrededor de su amo. Fue tanta la felicidad de Aniceto que , entonces , entre abrazo y abrazo y caricias en el lomo y más caricias en lomo , orejas y hocico , la emoción por la vuelta de su perro le hizo perder la cabeza de forma momentánea y le dio un mordisco con sus caninos al can que aulló quejumbroso , herido y levemente sangrante pero continuó moviendo su rabo en señal de alegría compartida . No obtante , su amo , un hombre llamado Aniceto , lo había mordido. Había mordido a un perro llamado Ceto. El notición que casi nunca se da. Los hombres también muerden. Más de la cuenta ...

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