Silbaba el poniente hasta el punto de impedirme conciliar el sueño de la siesta. Parecía que el elemento atmosférico hasta hacía mover el nudo de la corbata , gris lisa, con la que yacía bajo las sábanas y cobertores de mi cama de matrimonio sin Carmen-carminis al lado. Soplaba el viento con fuerte intensidad , unos noventa o cien kilómeteros por hora calculé a ojo de buen cubero , y Titín Kambumba en su sillón de mimbre de la terraza como si tal cosa. Es ser acostumbrado a las inclemencias del tiempo y adorador del cielo diurno o nocturno , estrellado o nuboso y discreto y paciente como pocos. En él pensaba , en el frío que pudiera estar pasando , cuando oí un golpe fuerte. Me levanté y , tras colocarme el nudo de la corbata en su sitio justo y vestirme de forma adecuada , salí a la terraza . El agua había llegado a límites que los vendabales de invierno no suelen alcanzar. Había llegado hasta la parte curva de la terraza y dos sillas que estaban plegadas en uno de sus lados aparecían en el suelo. Dos sillas , varias macetas y el mono y el loro que acompañan a Titín en las noches y los días cálidos y fríos permanecían , ateridos pero sin rechistar , sobre la encharcada solería tras haberse caído de los brazos del espárrago que soporta la cesta blanca en la que habitan : uno habitando su piel y pelo negro , el mono ; y otro con su plumaje multicolor alborotado por las rachas huracanadas de viento , el loro.
Titín Kambumba , al verme aparecer e interesarme por sus estados , rompiendo su habitual silencio , me dijo mirándome con sus ojillos azules : EL DESORDEN SE DEBE A LA CICLOGÉNESIS. Después calló y no hubo nada. Le acaricié sus mofletes tersos y coloqué al loro y al mono en su sitio. El vendabal estaba pasando...Hoy leo en la prensa los destrozos que causó y la desorbitada subida de la luz entre otras noticias que no merecen serlo. Los fenómenos atmosféricos son inevitables. Los robos deben y pueden evitarse.
Menos mal que la cosa ha durado poco , Wilhelmus, me comentó Titín volviendo , yo , a cerrar la terraza.
Sí , respondí sonriéndole y mirándolo tras los cristalones.
Si el hipotético lector siente curiosidad por saber quién es Titín Kambumba puede buscarlo en este blog (etiqueta TEMAS ESPECIALES ) o en cualquier otro buscador. En el de google y entrecomillándolo , sale. Y su foto..
Menos mal que la cosa ha durado poco , Wilhelmus, me comentó Titín volviendo , yo , a cerrar la terraza.
Sí , respondí sonriéndole y mirándolo tras los cristalones.
Si el hipotético lector siente curiosidad por saber quién es Titín Kambumba puede buscarlo en este blog (etiqueta TEMAS ESPECIALES ) o en cualquier otro buscador. En el de google y entrecomillándolo , sale. Y su foto..
1 comentario:
Jeeeeee, dícese de Cai que está entre dos "mares": "la mare que parió el Levante y la mare que parió el Poniente", en medio, Tó kiski que esté metio dentrito" arsa qué bastinazo de aires...
Un abrazo.
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