No la dejéis hablar que nos convence , decía mi abuelo Pepe Pineda cuando su hija Carmen tomaba la palabra . Mi tía Carmen era Maestra Nacional pero apenas ejerció su profesión . No sé si el término Maestro es correcto escribirlo con mayúscula o con minúscula , pero elijo hacerlo con M mayúscula porque pienso que así se dignifica más el Magisterio Español que de tantas cosas carece.
Aludía mi abuelo a la facultad de convicción que tía Carmen tenía y demostraba .
Si mi abuelo Pepe levantara la cabeza no sé qué diría hoy sobre los parlanchines que no paran de hablar tratando de convencernos de cualquier cosa argumentando y diciendo sandez tras sandez. Creo que apagaría la radio o la televisión y no oiría las sinrazones que decimos ; si bien unos más que otros.
Él se limitaría a hablar de toros y de campos , sus aficiones verdaderas, o a decir que no hay mejor universidad que la de los años y que más sabe el diablo por viejo que por diablo. Refranero que era Papá Pepe. Con este apelativo cariñoso sus nietos nos referíamos a mi abuelo materno . Mi abuelo tenía razón en lo referente al aprendizaje que se obtiene con el paso de los años. .
Acabo de escribir algo que no es del todo cierto ; como es decir que mi abuelo era refranero. No lo era , aunque sentado en el patio de mi casa de Sevilla lo oyese encadenar ambas sentencias .
A la cabeza me vienen , no sé el porqué , nombres de múltiples políticos españoles actuales de todas las tendencias ideológicas . Tengo autoprohibido decir algo sobre ellos y la prohibición es la prohibición. La respeto sin más.
Paso a pensar sobre otros asuntos y veo que pocos se pronuncian con acierto
Si lo hago en torno a las opiniones de algunos pensadores , no sé cómo se atreven a pensar lo que piensan. Pudiera poner más ejemplos , pero no lo voy a hacer porque no quiero pecar , en exceso , de hablador o de escribidor . Por hoy ya he cumplido otra promesa que me impuse: la de no dejar pasar un solo día sin escribir algo. Escrito está lo de hoy y cumplida , de sobra , está la promesa. A pesar de lo escrito , no todos los días tecleo .
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