ME PREPARO PARA LA GRAN CHARLA EN LA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS

 Preparando estoy la próxima charla-coloquio mientras miro , tras los alegres cristales de mi ventanal , la playa de Cádiz  desierta por el frío y salada por la salada claridad de la ciudad y de sus aguas. Luce un sol que apenas calienta mientras sí que me llega el calor del radiador que a mi lado tengo. He recibido la llamada , interplanetaria , de Rosita Rojo , colega en labores periodísticas y disertadoras en el planeta Marte, anunciándome sus deseos de venida a Cádiz para asistir a mi conferencia sobre su rojo planeta. Rosita Rojo es de color rosa rojizo y , aunque no tan fea como Martina Martínez de Marte , con la que soñé que me requería de amores antes de emprender el tan comentado viaje a nuestro vecino planeta rojo ; también , en lo referente a bonitas formas femeninas , deja mucho que desear. Más de la cuenta. Es casi tan horrenda como Martina  si bien algo más alta , un metro desde sus feísimos pies hasta su feísima cabeza pelona y de ojos bizqueantes , uno azul y otro negro. Si viene , al estar próximo el carnaval , seguro que , sin necesidad de disfrazarla, todo el mundo me felicitará , al menos , por lo bien que , pensarán , le he conseguido el disfraz.a mi amiga. Siempre es bueno que haya personas que no tengan que disfrazarse en carnaval..Durante estos días todo vale, aunque no sea carne de estos mundos terrestres de Dios. Como Guillermo , nuestro hijo , no está en casa , está en Sevilla en su piso de la calle Pureza , le cederemos , hospitalariamente , su cuarto , durante su permanencia en la más vieja ciudad del occidente europeo . Hará oficio de cuarto de invitados o de huéspedes como se decía antes. Más de tres mil años de antigüedad , dicen las fuentes escritas aún no corroboradas por las arqueológicas , pero que , con probabilidad , las corroborarán.  Le he hablado a mi mujer de Rosita y no se ha opuesto a que la acojamos en casa. No tiene de qué sentirse celosa , ya que la conoce por fotos , y es tan hospitalaria como yo. Tanto como las damas hospitalarias de Cádiz, ella ; y tanto como los Caballeros Hospitalarios de San Juan , pues de casta viene a este galgo , yo. En fin , que se quedará Rosita unos días con nosotros y en nuestra casa. Si Guillermo viene , mi madre , a la que ya he puesto sobreaviso porque es , de físico Martina , muy distinta a la mujeres de Osuna, de las que se dice : de Osuna ni la luna ni mujer alguna, la acogerá con los brazos abiertos. Después estará no sé cuánto tiempo comentándome lo fea que era ; pero qué le vamos a hacer. Es verdad. Fea pero inteligentísima. No tan fea para los cánones de belleza de su planeta de origen en el que sé , por observación propia , que no le faltaban pretendientes , y , entre ellos , algunos muy buenos partidos. Hay gustos que merecen palos pero cada planeta tiene los suyos. Los americanos  intentarán poner allí los suyos y su escala de valores como lo intentan en todas las regiones y países del planeta azul. Creo que el tiro último les va a salir por la culata y quienes impondrán sus gustos y sus escalas de valores serán los chinos y los japoneses , los que se " santifican " por el trabajo aunque nada tengan que ver , o muy poco , con Escrivá de Balaguer , el santo. Así que todos  con las caras planas , los ojos achinados y los cutis amarillentos. Éste será el futuro que nos aguarda y sobre el que charlaré en el salón de actos de la facultad de filosofía y letras de la universidad de Cádiz en la que tan buenos amigos y compañeros me acompañarán , pocas veces mejor dicho. Esperando la llegada de Rosita Rojo y pensando en las palabras que dirigiré a tan selecto auditorio coloquial estoy. Daré buena nota de todo lo que yo diga , me digan y ocurra no lejos de la antigua Ocurris , hoy Ubrique , a cuyo torero más representativo , aunque es libre de asitir , no creo que , en mi charla , se le haya perdido nada. Ni a él , ni a su parienta ni a su antigua pareja. No los veto pero agradecería su ausencia.