DE DÍA OIGO LAS GAVIOTAS GRAZNAR

Los graznidos roncos de las gaviotas que sobrevuelan pegadas a mi terraza indicándome , en verano , que ya ha empezado el carnaval de la playa. En invierno , viniendo desde el este , que amanece un nuevo día ,  manteniendo sus esperanzas puras   desde las alturas   y con sus alas desplegadas entre los fuertes vientos de Cádiz . Vuelan tranquilas o nadan en la orilla tomando el sol sin protección y sin ponerse morenas.Conservándose  siempre blancas y grises , limpias de arena y paja. Me acompañan en los amaneceres pero yo no puedo acompañarlas a ellas más que con mi corta vista. Siempre pienso que dónde pasarán las noches ventosas y frías del invierno. Las noches sin nubes y  con Luna , mirarán , absortas , cómo la Luna riela en las aguas de la bahía. Siempre pienso en qué lugar pondrán sus huevos de los que nacerán los polluelos y cómo los alimentarán Oigo , veo y pienso en las gaviotas porque son las aves más cercanas que me rodean. A veces envidio no ser Ícaro , hijo de Dédalo , e intentar volar para ver en qué lugares pasan las noches de plenilunio u obscuras y , en la intimidad de la noche , preguntarles qué saben de los hombres a los que acompañan en las cercanías de los mares. De los mares saben más que yo. De los hombres , tal vez , también más. Nos suelen mirar desde el cielo y , cuando están en tierra , vuelan de nuevo hacia él , huyendo. Aunque no las perseguimos , se alejan de los hombres. ¿ Porqué será que las aves y y tantos otros animales rehuyen nuestra cercanía ?. Ayer de mañana , una me respondió la pregunta : no nos fiamos  de los que tan pegados a la tierra permanecen. Las alas nos dan la libertad que nunca alcanzaréis. Os conocemos con el nombre de seres inferiores aunque tan superiores os consideréis. Desde hoy las admiraré más. Nos conocen y las seguiré oyendo , escuchando , y observando sus alas desplegadas cuando vuelan cerca de mi terraza. Serán mis graznantes amigas de la playa.. Seguirán siéndolo, y mas aún ahora que una de ellas me habló y me dijo lo dicho. Aunque existen aves más bellas , no son tan necias como algunos opinan. Nos conocen , lo que no es poco.