DIJO EL HOMBRE DEL TIEMPO QUE ERAN LAS ÚLTIMAS LLUVIAS...

Al hombre del tiempo de la tres de televisión , Roberto Brasero , creo que se debe el pronóstico de lluvias al que aludo. Pronóstico que se cumple como veo a través de los cristales de la ventanas de casa , por los que corren , hacia abajo porque no sopla el viento con la fuerza que suele soplar en Cádiz , las gotas. Interpretar las direcciones caprichosas que siguen las gotas de lluvia en las cristaleras es dificultoso. Tanto o más que los intentos de los romanos clásicos por interpretar los chirridos de la puertas. Todo se puede interpretar en esta vida y augures y adivinos siempre ha habido y hay.. Fácil es observar que llueve sobre las olas del mar de Cádiz. Sobre la mar océana de la que don Cristobal Colón fue primer Almirante de la Flota castellana gracias a la Capitulaciones firmadas en Santa Fe el 17 de abril de 1492 entre los Reyes Católicos y quien propuso el proyecto de llegar a la Indias vía oeste ; es decir , Cristobal Colón. Pienso y creo que no era el primer hombre que iba a atravesar el charco en aquellas bamboleables naves. La travesía , aunque la historia y la historiografía oficiales así lo defiendan , había sido hecha con anterioridad. También en esto discrepo de las pensamientos  y teorías al uso. Qué poco me he dejado arrastrar siempre por tópicos que corren sin suficiente fundamento. Sin fundamento suficiente o con reiteraciones más que suficientes. Ende , no voy a escribir sobre la belleza de los días lluviosos tras los cristales de alegres o triste ventanales. Voy a hacerlo sobre la soledad de la playa y sobre la única figura , creo que de mujer joven  y sin paraguas pero encapuchada se trata , que pasea , solitaria , mojándose los pies en las olas que mueren en el arenal y la cabeza cuando las ráfagas de viento la desencapuchan. Parece alta y garbosa y , al menos así la veo , salerosa en sus andares. Me pregunto hacia dónde irá y cuál será el motivo que la lleva a pasear sola en la soledad.  Alguien diría que es enamorada que pasea añorando a su amante. Otros , alabándole el gusto . desearían acompañarla en su paseo y preguntarle por tantas cosas.... Yo , observándola caminar hacia el este , solo pienso que se trata de una admiradora de la belleza del mar en día nublado y lluvioso . como hoy , sin más. De una esteta de las que necesitados estamos. De estetas y de gente sensible a la que hiere la insensibilidad de los demás. En su paseo solitario y junto a la soledad de las olas , se siente tranquila. Disfruta de la belleza y se siente satisfecha respirando brisas saladas y marineras. Gozando con y de la belleza. Algo de lo que tan pocos son capaces de gozar entre el mundanal ruído del que habló fray Luis de León. Dejo de teclear y se hace el silencio. Un silencio solo acompasado por el gotear de la lluvia en el cristal y la leve brisa que mece a mi amiga la palmera.