Dos correos que nada que ver tienen con Rato pero que me dan para escribir un rato. Dos de los muchos que recibimos todos y que no sé porqué nos llegan a nuestras direcciones ofreciéndonos esto, lo otro o lo de más allá sin haber sido pedidos nunca.
Todos , a primera vista , nos ofrecen bicocas , trabajos bien remunerados , gangas y beneficios materiales varios que algunos ingenuos tendrán en consideración. Pienso que si fuesen ciertos la COSA habría desaparecido para todos y estaríamos hablando de otra cosa.
Dos de ellos me proponen que presente a Titín Kambumba como candidato ( tendría que hacerle una túnica blanca a la moda romana y no estoy por la labor ni Carmen que tan buenos disfraces hizo y hace tampoco ) a un concurso de muñecos inteligentes en una isla desierta de El Caribe. Aparte de que Titín Kambumba es hombre selecto y no tiene el menor interés en medirse con nadie y menos con gente del tipo de los que participan en estos concursos de calidad y comportamientos innombrables , me tendría que dar su consentimiento y yo , sabiendo la respuesta , no se lo voy a pedir.
Otro correo no pedido pero recibido a la trágala me comenta las cualidades de Emilú , físicas y anímicas , proponiéndome la misma historia de pésimo gusto. Pienso sobre este tercer correo recibido lo mismo que con respecto a los dos anteriores. Con estúpidos y anancásticos no quiero tener más trato que los que mantengo con algunas personas por cercanía y obligaciones de tipo vecindad , profesional o , incluso , familiar.
Sobre el asunto Rato , que me huele muy mal desde siempre pero del que no se terminan de recibir informaciones de todos los tipos habidos y por haber , pienso que el sistema , como con otros parecidos , se las ingeniará para lograr que , en caso de que pise la cárcel , será solo por un rato . Un mal rato para Rato , pero un rato corto.
Esta entrada la voy a enviar ahora mismo al periódico la VERDAD POR BANDERA , en el que como es sabido colaboro , para su posible publicación si don Veriniano da el visto bueno y vía libre para que vea la luz en Sevilla o en el lugar que sea. Si don Veriniano Bandera Blanca y Esperanza dela Macarena opta por no publicarla en el el periódico de mañana, no pasa nada malo. Cosas bastante peores pasaron y siguen pasando.
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