El largo e interespacial viaje se realizó con naturalidad parecida a la que uno se bebe un vaso de agua cuando tiene sed. La flotilla de airbuses cósmicos , dirigida por Arturo Pérez como experto viajero al planeta rojo, atravesó las partes de Firmamento que separan un planeta del sistema solar del otro . Para qué repetir cuáles y sus distancias , que al alcance de todos está en la red , en apenas cinco horas y sin incidencia digna de reseñar. El mismo tiempo que desde Cádiz puede tardarse en llegar a Cáceres , haciendo alguna paradita , por establecer algún tipo de comparación temporal aunque el viaje aéreo nada tuviese que ver con los que se se realizan sobre ruedas. El marterizaje se produjo , de igual forma , sin la menor incidencia , y la descarga del pedido de idéntica manera. No faltó la ayuda , organizadísima , del personal del aeropuerto de Martiria ni la de nuetros amigos en el restaurante del lugar de marterizaje en el que fue invitada la tripulación y viajeros . Ya sabemos los que fuimos y, por tanto , no se hace necesario repetir nombres.
Don José Sánchez se mostró agradecidísimo con todos nosotros los procedentes y naturales del planeta azul e igualmente con los nacidos , por muy extrañas apariencias que tuviesen , en el rojo. Si cabe , con estos más al ser la primera vez que productos de su empresa MESAS REDONDAS se exportaban a Marte con la ampliación cósmica que esto puede suponer para su rutilante empresa maderera que pronto aparecerá en la prensa de Marte como ejemplo de lo que es una gran empresa andaluza a pesar de lo que piensan muchos catalanes de nuestra capacidad de producción y de nuestra incompetencia en general.
La cosa de la hospitalaria acogida no quedó aquí. Dos días con sus correspondientes noches pasamos en Marte como reyes sin serlos pero a cuerpo de ellos. Tiempo suficiente para la instalación del mobiliario in situ , rapidísima , y para la reinauguración del Gran Teatro de Martiria , renovado y remozado por nuestra andaluza empresa MESAS REDONDAS , con la actuación de la compañia LA GRAN OPERA ROJA que puso en escena , en atención a nosotros , El Barbero de Sevilla sentado en una silla desde la que entonaba sus arias con voz envidiable un divo de Marte llamado , y muy conocido en su planeta rojo : don Marciano Granate y Subido de Tono que pelirrojo era y tres piernas poseía usando una de ellas a manera de pierna de repuesto , lo cual parece indicar que los viejos marcianos que usen el bastón caminarán con cuatro puntos de apoyo para mayor seguridad al caminar por los pedregales de sus campos ( serán semejantes a cuadrúpedos erectos ) . Gozaba fama de ser persona bien parecida entre las martensas pero yo no puedo decir lo mismo por no ser martense ni martensa sino terrícola hispánico. Marciano Granate y Subido de Tono , que así se llamaba de nombre y dos primeros apellidos ( omitiendo el tercero y cuarto voluntariamente por sus dificultades de pronunciación y de escritura ) entonó sus arias sin mantequilla y con voz atiplada y sonora hasta el punto de dejarnos medio sordos a los del planeta azul y medio enamoradas a las asistentas al evento naturales del planeta rojo del que el divo era representante admirado y reconocido por sus dotes generales de macho bravío de Marte.
Tras la función fuimos invitados a una gran cena cuyas mesas y manteles aparecían repletas de los más exquisitos frutos de los mares y de las zonas de cultivo interiores de Marte entre los que había , entremezclados , langostinos de Sanlúcar de Barrameda y los mejores jamones ibéricos conocidos y por conocer . El servicio y la cubertería , perfectos , a la española . Ah . Se me pasaba hacer mención a unas exquisitas aceitunas españolas , del año unas y en salmuera y rellenas otras , que nos supieron a pocas y una variadísima gama de quesos españoles que iban desde los más norteños hasta los más sureños incluyendo los quesos de cabra y de oveja payoyos de las serranías de Grazalema. Los postres eran genuinamente martenses pero tan excelentes como las demás cosas que nos ofrecieron.
El vuelo de vuelta , con los airbuses ya vacíos de carga , se hizo en menos de tres horas. por mera cuestión física. Y todos tan contentos y satisfechos con lo visto , vivido y oído en el planeta rojo al que vi más rojo que en anteriores visitas. Qué diferencias hay , en todo , entre el planeta rojo y el planeta azul : el nuestro . De Rosita Rojo , de su novio o pareja Colorín Colorado , de los Martini y de los Martinelli , que con nosotros estuvieron , todo lo que se pueda decir y escribir es óptimo.. Tal yo esperaba con absoluta seguridad. A pesar de todo lo bueno que nos ocurrió , echamos de menos a mi primo José Joaquín Pineda que por ahí debe andar buscándonos selecta clientela debajo de las piedras porque la excelencia apenas aparece por encima de ellas . Al menos encima de la piedras y de las tierras del planeta Tierra. Escondido que está lo bueno y a ras de suelo lo rastrero y vulgarote.
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