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EL BLOG DE GUILLERMO ÁLVAREZ DE TOLEDO PINEDA. Blog independiente y de temas multicolores. Entre ellos , el tema estrella : Historia de los Álvarez de Toledo Golfín. Etiquetas temáticas en la parte inferior y lateral con las gracias por entrar y leerme.Unas gotitas de humor no van mal en la cazuela de la VERDAD y mucho pueden decir.

jueves, 14 de diciembre de 2017

HAY RECUERDOS QUE NOS ACOMPAÑAN A LO LARGO DE LA VIDA.

Que no se escapan nunca hasta que la muerte se los lleva .  Son como imágenes grabadas en nuestro cerebro  que vuelven y vuelven una  y otra vez sin que nos cansen . Nos deleitan pues el hombre suele traer a sus cerebro solo  los recuerdos e imágenes agradables. Los que no lo son o no nos parecen serlo, se esquivan  , se eluden o se regatean con fintas hábiles.  A mí me vienen al magín con frecuencia imágenes imborrables de los buenos días de mi infancia pasados  en el campo junto a mi primo José Joaquín Pineda . Y veo olivos , frutales , el caserío encalado ,la vereda que al pozo iba  y a mi madre , junto  a mi tías Amparo y Manuela  , encargándole al casero , Curro ,  lo que  al día siguiente  traería  del pueblo. .
Yo,  mientras   miraba cómo oscilaban las luces de la lámparas de carburo que nos alumbraban de noche  , pensaba  y repensaba  en mil cosas  aunque fuese niño de cinco o seis años. El pensador nace aunque puede , también, hacerse . A mi lado  recuerdo a mi primo hermano José Joaquín Pineda y a mi abuelo Pepe mirando las estrellas  de un cielo azul intenso en el que brillaban como luceros  .  Sentado en la entrada de la viña parecía esperar sus  respuestas a las preguntas que le había hecho. Preguntas que él hacía a las estrellas y yo no sabía a quién hacérselas pero que las hice : ¿ Cómo será mi vida ? . Mi abuelo le preguntaba a   las estrellas : ¿ Como serán mis últimos años de vida . Cómo será mi muerte ? . Desconozco si las estrellas y los luceros del cielo se lo dirían , pero yo sí lo supe       con el paso de los años.  A mí no me respondieron porque quizá ni ellas lo supieran pero  solo con mirarlas , con verlas  ,  me conformaba . Con aquella bendición de Dios.   Nadie sabe lo que la vida le deparará mas yo , al mirarlas desde  el otero de mis setenta años , conozco lo que a él y a mí depararon los años vividos. A ambos la vida , yo tenía más años por delante que  él ( en los bellos momentos en los que se lo preguntábamos en el campo  a la luz de los carburos ) , no resultó difícil hasta el final . Hasta el momento de la muerte que a él llegó mientras  su amigo Diego Giménez le daba ánimos para torear al toro , y a mí aún no. Ojalá , los días , los años o el tiempo que me quede por estar en estos lares sea tan bueno como los anteriores a pesar de los pesares. Lo sea óptimo , tras mi ida , para los seres queridos a los que creo que , llegado el día, aquí dejaré para ir a no sé adónde .  Aquí los  dejaré abandonados a la buena de Dios sin conocer , tampoco , el fin que tendrán.
Los recuerdos nos acompañan a lo largo de nuestras vidas , pero las certezas no. Aunque conozcamos o creamos conocer el pasado y el presente, nuestra ignorancia es absoluta sobre el futuro. Aunque nos preocupe no podemos hacer que sea de una forma o de otra nos  diga la ciencia o la paraciencia  lo que nos diga en torno a él.  Lo de la inmortalidad del cuerpo creo que jamás se alcanzará . Más debiera preocuparnos la del alma . No estaría de más que pensásemos con frecuencia  en ella . En absoluto , aunque no obtuviéramos respuesta lo preguntemos a la luz de cielos limpios y estrellados o en los que no se vea alguna estrella como en las ciudades iluminadas . Aunque seamos niños o seamos viejos ,  como éramos mi abuelo y yo , lo que la vida o la muerte nos depare solo lo saben ellas : la vida y la muerte . SIT NOSTRI VITA LONGA ET TERRA ET MORS   LEVIS. 
No me respondieron las estrellas si estudiaría latín o no . No obstante  con esta frase , probablemente en latín macarrónico , doy por terminada esta entrada que ayer empecé . Solo puedo afirmar que pensaba finalizarla y lo he hecho aunque no sea bajo  la luz de las estrellas que alumbran el Firmamento.  Hay recuerdos imborrables y mi abuelo , al que añoro ,  es uno de ellos . A mis dos abuelos recuerdo con admiración  aunque estas palabras , con torpeza escritas , las dedique al materno. A mi abuelo Pineda.  


        

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