Lo hace bajo la dirección del mismo señor extremeño . Bajo el pilotaje del ecuánime y serenísimo señor don Máximo de la Serena y Monterrubio de la Serena , viejo conocido del escribidor y amigo que orígenes venecianos tiene ya que , según él y si lo dice no lo dudo , sus apellidos , más que a la comarca pacense , aluden a la Serenísima República de Venecia de cuyo Dux Marino Faliero , que vivió en la primera mitad del siglo XIV sobrepasándola , desciende .
Lo de acentuar la o del PERIÓDICUS es asunto ortográfico que en nada afecta a la ideología del semanario ya que ésta sigue siendo la misma del PERIODICUS : la independencia . Término alusivo a la verdadera orientación del semanario y que nada tiene que ver con la de Cataluña de la que no somos partidarios ni él ni yo . Los partidarios de ella son los interesados políticos y el pueblo al que han logrado engatusar y engañar haciendo uso de argumentos falaces. Dejo este asunto , de capital importancia para España , y paso a continuar escribiendo sobre el renacer del antiguo PERIODICUS , convertido en EL PERIÓDICUS.
Don Máximo ya se encuentra vejete , ha sobrepasado los ochenta , pero se siente con fuerzas y ánimos suficientes como para dirigir la REVISTA EL PERIÓDICUS en cuya jefatura también intervendrán sus hijos que son periodistas de pro . Yo , en caso de que me fuese pedida colaboración en la dirección , la aceptaría . No se me ha pedido en lo que atañe la dirección pero sí en lo que se refiere a la colaboración. Paso , por tanto , a ser pluriempleado ya que a mis colaboraciones en LA ALBORADA EN EL SENDERO , viene a unirse mi columna semanal en el PERIÓDICUS.
Paso así a tener varios directores que son los siguientes : Tania de Aquitania , Gualterio Alterio , don Máximo de la Serena y sus dos hijos . Uno llamado Lucio y otro Flavio , de sesenta y cincuenta años respectivamente y , en lo que respecta a su padre , tan íntegros como él .
La integridad es valor que hoy brilla por su ausencia pero que solo ellos y algunos más atesoran.
Doy desde esta pequeña tribuna mi bienvenida a la renacida publicación y mi enhorabuena a don Máximo y a sus hijos . Me alegro por ellos y por mí ya que mi economía de boyante tiene poco y de lo contrario mucho . Colaborar una vez a la semana en el PERIÓDICUS me supone un respiro . A estas edades no es fácil vivir con una sola pensión ( Glaukopis no recibe alguna ) , ayudarle a mis hijos e intentar vivir con desahogo. De los pequeños ahorritos no quiero tirar y siempre pienso , aunque de temas pecuniarios no se deba hablar ni escribir, que estos pueden acabarse . A pesar de lo que acabo de escribir , no pienso borrar lo escrito porque es la pura verdad y lo escrito escrito está.
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