Aunque tal vez no fuese así. No obstante , lo pienso con frecuencia. Pienso que fue un error propio escribir tanto sobre la segunda etapa de mi depresión y exponer excesivos detalles en torno a ella. Todo el mundo se equivoca y yo no iba a ser una excepción en este sentido. Hoy , que nada bien estoy , intentaré , y de aquí en adelante , no escribir más sobre la misma que viste y calza con vestes y zapatos que más que molestarme me hacen daño. . Lo haré sobre cualquier asunto que nada tenga que ver con el mal que me atormenta. Nada más y nada menos que sobre el futuro que veo para los jóvenes y la sociedad actual del mundo , asuntos que ya he tocado en otras ocasiones. Son , pues , tres cuestiones sobre las que me he auto impuesto no escribir una letra más : la política y los políticos, el fútbol y mi depresión. Considero que ya he contado y opinado bastante sobre ellos y ya está bien la cosa . Me decanto hoy , cuando son poco más de las diez de la mañana , sobre un tema que poco he tocado en escritos anteriores : la necesidad de comunicación que los seres humanos tenemos . Verdadera necesidad que me impulsa , aparte de otras razones , a darle a las teclas con continuidad diaria . Aunque mi mujer, Glaukopis , es buena conversadora , me siento solo en casa con frecuencia. Siento , algo que es más sentimiento femenino que masculino , el nido vacío . Tanto mi hijo Guillermo como mi hija Carmen , aunque aparecen por casa de vez en cuando , no lo hacen con la frecuencia que yo desearía . Ninguna culpa tienen de ello en cuanto que ambos han organizado ya sus vidas por los caminos que han considerado buenos para ellos quienes son los que los tienen que considerar y no yo , aunque óptimos no los vea. Guillermete , que es como sigo llamando a mi hijo Guillermo , me ha comentado varias veces que dialogo poco con él . La niña , Carmen , no me lo ha dicho pero supongo que piensa lo mismo . Al varón , a Guillermete , le he respondido que si no lo hago sobre determinados asuntos es por delicadeza e intención de no inmiscuirme en su vida personal. No ha llegado nunca a comprender mi respuesta , lo cual me entristece . Aunque mi mujer es muy buena oidora y , por consiguiente , buena conversadora , con Guillermo hablaría sobre el futuro , de hombre a hombre , y sin tapujos . Las múltiples veces que lo he intentado le han parecido majaderías paternas productos de mi enfermedad y , a la vista de lo visto , he cambiado la charla por otras cuestiones más baladíes y humorísticas por lo que tengo la impresión de que me tiene conceptuado como un ser frívolo y con tendencia a la depresión endógena, sin más. Parece no llegar a comprender que su padre , al haber sido hijo único , tiene necesidad de hablar con él , como hombre hecho y derecho , al casi no hacerlo con familia y amigos por cuestiones sabidas. Es evidente y cierto que tenemos una diferencia de edades y vivencias muy distintas ; pero tan cierto como esto es que lo he ayudado en lo que he podido y el agradecimiento y cariño que sé que siente hacia mí , aunque suele demostrarlo , creo que no es suficiente . Que no se percata de algunas cosas por inteligente y válido que pueda ser.
En lo que se refiere a Carmen , mi hija y hermana de madre y padre de Guillermete , dudo de lo que se dice en torno a las relaciones entre padre e hija siempre sea así. . Aunque es tan cariñosa conmigo como su hermano, pienso , acaso me equivoque , que me mantiene en un segundo plano por cuestiones de diferencias de edad o por otras. Poco dialoga conmigo
Hasta aquí , lo que en verdad me parece actualmente. En el día de mañana no sé que podrá ser de ellos aunque me imagino que mejor que el hoy no será . Ojalá yerre en mi apreciación y sus futuros , como el de todos los hombres y mujeres jóvenes sea bastante mejor que el actual. Aunque lo dude , todo puede suceder . Yo pienso que no lo veré por no estar ya en este mundo injusto en el que los altos cargos que gobiernan se eligen en función de los expedientes académicos de cada uno y sin valorar otras cuestiones de mayor enjundia humana , tales la honradez , la bondad , la inteligencia verdadera y otras virtudes con ellas relacionadas. Quizá así el mundo y la sociedad anduvieran por otros derroteros más acertados. En esto y en lo anteriormente escrito sobre mis hijos creo que no estoy equivocado de medio a medio ni de entero a entero.
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