UNA NUEVA INCIDENCIA.

De vuelta de un paseito que me di por el Espacio exterior a la CUCARACHA , atado a un cable que impedía alejarse del aparato volador y perderme en el Infinito  , me llega al olfato un fuerte olor a gas.  Hago las pesquisas y las investigaciones que el sentido común me dicta y , sin decírselo a Rosita ni a Colorín porque ya varias noticias inesperadas y negativas han tenido a lo largo de un viaje que parecía  en sus inicios  tranquilo y no lo ha sido ,  soluciono el que hasta por el momento ha sido el último problema o contratiempo y guardo silencio sobre el asunto. El olor a gas era parecido al de las calefacciones de la Tierra y olfateado fue , también , por Dominga , la de las orondas domingas, por Celestina , por la propia Glaukopis y por Alvah que tan buenos olfatos tienen aparte de otras cosas igualmente buenas , y por Pepe Ícaro el eterno aspirante a poseer alas para volar , si bien no a tanta distancia de la Tierra como nos encontrábamos . Provenía el olor a gas de la columna central de la nave  que sustenta toda su estructura , por dentro de la cual deben ir los conductos que desconocemos. Por lo poco que pude averiguar , a espaldas de Rosita y Colorín porque más disgustos no quiero que tengan , mediante Bomarzo Martini y Arturo Pérez , es que el olor , pasajero , se debió a un leve escape producido   por fuertes corrientes de aires exteriores que a mi me habían hecho oscilar como un pelele cuando me decidí a salir , por el lugar al que ellos llaman , de igual forma que en el planeta azul , escotilla ; al exterior . La cosa no fue a mayores ni pasó de un leve susto para los que olieron el gas, pues otros viajeros no llegaron a oler el leve escape de gas . Solo lo olieron y lo olí los que tenemos muy desarrollada la membrana pituitaria .Volviendo  de mi pequeño paseo por el Firmamento Infinito   para incorporarme de nuevo al interior de la CUCARACHA , pude observar las abolladuras del chasis y pensé que   con razón frenarían algo la velocidad endiablada de la nave interplanetaria  y por esto llevaríamos  ya nueve horas de vuelo : el triple de las que nos hablaron Rosita y Colorín. Solventado el problema del escape gaseoso , Glaukopis y yo jugamos una partida de ajedrez , desconocido por los martenses o marcianos en cuanto ellos carecieron de un Rey medieval llamado don Alfonso X  el Sabio , autor del libro del ajedrez , dados y tablas. si bien el ajedrez es juego inventado en la India en tiempos inmemoriales y difundido en occidente por los árabes . A Rosita y a Colorín , cuando lleguemos a Marte , les enseñaré las reglas del juego y los movimientos de las figuras. En el caso de que algún día lleguemos , porque nuestro retraso pasa ya de castaño obscuro . Mi tendencia a escribir este vocablo con b ante ese . se mantiene y se mantendrá mientras Dios me dé vida por considerarlo más culto que  la forma , más utilizada , de oscura.  El escribidor , aunque no se considera culto ni de lejos ; ni intelectual tampoco , aspira un poco a serlo aunque sus errores cometa con frecuencia.