Y OTRO EN EL AIRE.

Al lanzarse un hombre  en paracaídas y no abrirse , unos ángeles bajaron del cielo azul hasta  la campiña sevillana y  extendiendo unas sábanas blancas lo cogieron al vuelo cuando estaba a punto de estrellarse.  El paracaidista , de nombre Severiano , formaba parte del ejército del aire español y se encontraba haciendo unas maniobras de entrenamiento cuando ocurrió el milagroso acontecimiento . Así lo califica el escribidor porque acontecimiento fue y milagroso también.  Severiano quedó a dos palmos del suelo y atónito ante la intervención   angelical. Los ángeles habían cumplido su cometido de vigilar  a los hombres que se lanzan desde las alturas . Por algo eran ángeles de la guarda . Ángeles custodios .

Una vez que a Severiano se le pasó el susto , cuestión que tardó su tiempo , fue llevado en ambulancia a un centro hospitalario en el que le diagnosticaron  una simple arritmia pasajera debida al susto morrocotudo que se había dado. Allí mismo preguntó por sus ángeles salvadores intentándolos invitar debidamente , pero de inmediato , una vez que vieron que Severiano estaba sano y salvo , habían emprendido el vuelo celestial sin querer saber nada más . Habían cumplido con sus obligaciones de vigilancia y , una vez cumplidas, a otra cosa que no era otra que guardar y proteger al resto de terrícolas en caso de accidentes como tropezones callejeros u otros de mayor alcance. 

Tampoco sé si lo soñé o me lo contaron . Hubiese preferido que el hecho  no hubiese sido soñado , sino pura realidad  . La fe en los ángeles de la guarda es asunto del que ahora se duda y esta heroica actuación , aunque precedentes tiene y están reflejados en  iconografías , hagiografías  y pinturas conocidas y famosas , hubiese fortalecido la fe en ellos . Fuese sueño o realidad  lo aquí contado , hay veces que fuerzas espirituales desconocidas  nos protegen ; si bien a unos más que a otros. Mi ángel de la guarda tal vez ande algo despistado . Cuando he tenido que luchar contra los fantasmas  que me rodean , que es  casi siempre , nunca me ha echado una mano con la falta que me hubiese hecho . Emplazado queda como los hermanos Carvajal  emplazaron al Rey de Castilla don Fernando IV a principios del siglo XIV.  Veremos ...