EL CUENTO DE LA BUENA PIPA

Lo escribo para que se publique en la ALBORADA EN EL SENDERO y lo narré  así: 

Alguien  dijo que si  quería que le contase  el cuento de la buena pipa y se lo conté a mi forma y manera : la que sigue y espero que se vea publicada en el periódico  en el que hoy colaboro. Con anterioridad colaboré en otros cuyos nombres son conocidos aunque no tanto como la  ALBORADA EN EL SENDERO. Hago referencia a NOVA NOTITIA DIGNITATUM  o a UNA LUZ EN EL SENDERO , por solo citar los últimos en los que el escribidor colaboró explicando sus puntos de vista . Más fueron los diarios que publicaron  mis colaboraciones ; no mis oraciones. Éstas las dejo para mi intimidad  

El cuento de la buena pipa que a alguien le narré lleva por título : EL CUENTO DE LA BUENA PEPA . Le he cambiado una vocal ( i por e ) para poderlo contar en condiciones ya que las del cuento DE LA BUENA PIPA  las desconozco al no pasar jamás  del comienzo . 

No alude el cuento a la PEPA como Constitución gaditana de 1812 , sino a otros asuntos que relación muestran , como veréis , con  una mujer llamada PEPA aunque su nombre verdadero era el de María Josefa.

Pepa era andaluza , de Cádiz capital para más señas , y guapa a rabiar . Todos los hombres la deseaban pero ella no deseaba a ninguno a pesar de ser núbil. . Pepa , pues , no solo era buena sino que lo estaba. . Sus virtudes se sobreponían , sobresalían ,  a sus atractivos haciéndola aún más anhelada por unos y por otros. Pasados los años , Pepa llegó a pensar que se quedaría para vestir santos sin meterse a monja. Por tanto  mejor es , se dijo a sí misma, que ingrese en alguna orden . Dicho y hecho . Ingresó en un monasterio de pueblo en el que hubo de superar  el noviciado antes de ser admitida . Entre las demás monjas , todas vestidas con sus hábitos respectivos cuyos colores no escribo para que la orden no se reconozca y me lluevan los palos y las críticas , empezó pronto a descollar por su acendrado espíritu cristiano.

Con rapidez Pepa se ganó la admiración del lugar por su comportamiento ejemplar y por  sus obras de caridad . Haciendo una de éstas , se enamoró . La hemos hecho , se dijo , aunque siguiese siendo tan ejemplar  como frígida . 

El afortunado , que sin querer la había conquistado mientras ella hacía sus buenas obras y seguía siendo núbil con sus  treinta y tantos  años que contaba  año arriba o año abajo , era un señor arruinado al que Pepa le llevaba la comida a diario.  

Vivía el hombre en una casucha abandonada de las cercanías del pueblo y advirtió con presteza que Pepa no solo lo alimentaba sino que deseaba tener más trato  e intimidad con él sin que el hombre , llamado Gundisalvo , nunca se hubiese insinuado ni mucho menos sobrepasado . Gundisalvo en realidad no se llamaba Gundisalvo ,  sino Domingo Gundisalvo como el traductor de la Escuela de Traductores de Toledo que tradujo tantas obras y tuvo larga vida en el siglo XII aunque nada en común , excepto el nombre  ,  tuviera  con él.  . Bello nombre que, aparte de su bondad innata ,  sedujo a Pepa ,  la deseada por tantos por sus virtudes y por su belleza. 

Ambos decidieron abandonar el pueblo , tras colgar Pepa sus hábitos , y emprender una huida  , campo a través , por montes y quebradas hasta alcanzar el lugar en el  que habían decidido , con anterioridad , establecerse. 

Allí , en el mismo , Pepa parió dos hijos , en dos partos distintos y distantes unos doce meses , cuyo padre era Domingo Gundisalvo . Ambos Pepe y Domingo ,   terminarían traduciendo  obras escritas en castellano a la lengua inglesa y llevándose a vivir a sus padres , Pepa y Gundisalvo , a la ciudad en la que se habían licenciado , Sevilla ,  donde  fueron muy felices y comieron , de vez en cuando y cuando la caza no estaba vedada , perdices  . En ella envejeció el matrimonio y murió cuando llegó su momento. 

Éste es el cuento de la buena Pepa , semejante al de la buena pipa  ,que jamás alguien contó. Yo le he cambiado solo una letra y ha resultado así. 

De otra manera nunca hubiese podido escribir el escribidor   el cuento de la buena pipa que  muchos me preguntaban  si se lo quería contar a lo que yo respondía que ni que si ni que no . 

Por consiguiente  decidí cambiar pipa por Pepa y lo escrito resultó lo que resultó , lo  que más arriba cuento.