Y SEVILLA...

En un blog  que se titule SEVILLACÁDIZ , no deja de ser extraño la ausencia o escasez  de entradas sobre Sevilla . Si a ello se le  une  que relacionados con la segunda parte del título del blog , Cádiz , hay unos sesenta  posts , aún más raro .  No hay entradas , creo que  hay una dedicada a la Giralda y no es poesía  del autor del blog  , lo cual no hace más que profundizar todavía más en la rareza.  No obstante , Sevilla se respira a lo largo de numerosas entradas al blog. Es algo evidente o  al menos lo es para mí. Se respira y se huele como el azahar  de la ciudad  en primavera . Sin embargo  para repetir tópicos manidos  o bellos  adjetivos a ella dedicados por tantos escritores y poetas buenos  , lo que el escribidor pudiese decir sobre Sevilla serían nimiedades y pequeñeces. Téngase presente que don Manuel Machado terminó su poema a Andalucia escribiendo : Y SEVILLA.  Tras él y con anterioridad a él , tantas cosas se dijeron , se dicen y se dirán que lo que yo pueda aportar es poco por no decir nada.  Tan solo recordar vivencias hasta que tuve veintiséis  o veintisiete años , muchas  de ellas reflejadas o aludidas en anteriores entradas . En Sevilla nací y en Cádiz , es lo más probable , moriré .  De aquí el nombre del blog . En ambas ciudades de la Bética romana he desarrollado  gran parte de  mi vida . Con ello mucho digo sobre ambas ciudades que me  han dado todo lo que soy y he realizado a lo largo de mis años , que ya alcanzan un número considerable ,  y  durante los cuales mis contactos con Sevilla han continuado al vivir en ella casi toda mi familia paterna y materna y mis amigos de infancia y juventud  . Mi hijo , el trovador Guillermo Alvah , lleva viviendo en Sevilla unos diez años muy a gusto . Con esto digo todo lo que puedo sentir sobre  la ciudad que me vio nacer y , probablemente , no  me verá morir. 

Hasta el momento presente ,  son las seis menos cuarto de la tarde , los fantasmas , aunque han intentando acercarse , he logrado  mantenerlos algo alejados . Intentaré seguir manteniéndolos así ; es decir , sin permitirles que se me  aproximen.  Mientras más lejos los mantenga , mejor .