CERO MÁS DIEZ, DIVIDIDO POR DOS, IGUAL A CINCO

Los lectores de mis escritos saben que fui un estudiante muy irregular. Reflejos de esta irregularidad fueron mis exámenes.Explico uno de ellos.El de Geografía de segundo curso. El profesor, muy bueno,era él, por entonces muy joven,don Antonio Miguel Bernal.Hoy prestigioso catedrático.Con él habíamos hecho un viaje de estudios a la Sierra de Huelva, en cuyo itinerario vimos los sinclinacles, anticlinales,minas de Ríotinto...Pude observar que el profesor me consideraba como uno de los miembros identificativos del curso.Ya sabemos: El curso de fulanito y menganito o el de fulanita y menganita...Me sorprendió que así me considerase en cuanto que yo,si destacaba en algo, era por mi independencia.Por ser siempre yo mismo y pensar por mi mismo.El profesor Bernal,que desde su juventud dejaba entrever su valía como destacado historiador,hizo,al final del curso, dos exámenes ; uno escrito y varios días después, el oral.No acierto a recordar los temas que tuve que desarrollar en el escrito.Sí que aquello,al leerlo antes de entregarlo,era un galimatías. Algo surrealista, medio inventado sobre la base de unos conocimientos mínimos.Sobra decir que yo mismo no lo entendía.Tres días después haría el oral. Me puse a estudiar,con el ahinco de una noche en vela, en el patio de mi casa.Pasé la noche bajo las estrellas del cielo de Sevilla que me iluminaron en el oral.Respondí, muy bien,sobre los microclimas y las conurbaciones.De igual forma al resto de la preguntas específicas que se me hicieron. Reflejaba los destellos de las estrellas de la noche sevillana.Tanto, que Bernal me felicitó y me ofreció presentarme al exámen de matrícula de honor.
¿ Pero estoy aprobado ?, pregunté a sabiendas del surrealismo del escrito. Le he dicho que puede presentarse a matrícula,respondió Bernal.Ví que no había leído el escrito. Había que amarrar las palabras del profesor, su compromiso.Entonces,ya estoy yo en mi casa,respondí ante la sorpresa de don Antonio Miguel y la risa de mis compañeros.Cuando leyera el exámen escrito comprendería la " espantá" taurina.En la papeleta,apareció un escueto aprobado, un cinco.Nota media clara.Cero en el escrito y diez en el oral.Pienso que se arrepentiría de haberme dado opción a la matrícula.
Cumplió su palabra.