UN PROFESOR DE HISTORIA QUE NO EXPLICABA LAS GUERRAS

Era pacifista como pocos y mediano de estatura. Parecía un patricio romano y se llamaba Patricio  aunque su mujer le decía Patri y él a ella Maca porque se llamaba Macarena . Jamás Maca y Patri discutían porque las discusiones , guerras incruentas para  don Patricio ,   no existían para él   ni para Maca , que era igual de pacifista que Patri . Algunas mañanas Maca acompañaba a Patricio al colegio donde explicaba su  Historia sin batallas , lo cual le era muy dificultoso . Maca lo acompañaba tras dejar a su hijo , y de Patricio , en la guardería en la que el dueño y las señoritas que atendían y cuidaban de los niños eran tan pacifistas y pacíficos como ellos . No como el Océano Pacífico que de pacífico tiene poco y de pacifista nada . Tan dificultoso le resultaba a Patricio explicar su asignatura sin citar guerras que el mismo director del colegio     estuvo a punto de expulsarlo varias veces  , y lo terminaría  haciendo   al estar de pacifismo  hasta la gorra , en cuanto que gorra llevaba para proteger su  brillante calva de las inclemencias del tiempo ; es decir , del frío y del calor.   Por muy pacifista que  fuese  , la Historia no se puede explicar sin aludir a las múltiples guerras habidas. De aquí que el programa que había hecho Patricio quedase cojísimo y , por consiguiente , incompleto ; de lo cual se quejaba el director  , llamado  Clemente quien terminó echando a Patricio de forma inclemente.  Patricio , haciendo honor a su condición pacífica , no opuso resistencia ni protestó lo más mínimo .  Para él , Heráclito el obscuro filósofo de Éfeso , jamás había dicho que la guerra era la madre de todas las cosas. Lo que en verdad dijo Heráclito , según Patricio ,  era que la paz era la madre de todas las cosas , cuestión que no era compartida por Maca pero que jamás los llevó a discutir sobre  si Heráclito dijo una cosa u otra : si   había dicho paz o había dicho guerra  . Patricio era hombre culto  y además de no poner impedimento alguno a su expulsión , se tomó una copa de Rioja en el bar que estaba junto al colegio , y encaminó los  pasos hacia su casa donde lo esperaban su mujer y su pequeño hijo que aún no entendía de guerras ni de paces. Naturalmente  Clemente buscó pronto  un sustituto advirtiéndole  del extraño caso de Patricio y de su pacifismo exacerbado.  El nuevo profesor , que se llamaba Eusebio  y lo apodaban el sabio ,  hizo un programa de la asignatura en el que solo había guerras y más guerras . Todo era una guerra cruel que hizo  dudar de todo a los antiguos alumnos de Patricio. Todo era guerra  en la Historia o era paz ,   hasta que algunos leyeron  la obra de León Tolstói   llamada Guerra y Paz y aprendieron tantas cosas que llegaron a comprender las dos posturas antagónicas representadas por Patricio y por Eusebio.  No se puede ser tan radical en los planteamientos como Patricio o como Eusebio , concluyeron  los más avispados , sin haber leído en  Aristóteles , que la virtud está en el término medio . Don Clemente se puso más contento  que unas pascuas al  conocer que algunos antiguos alumnos de Patricio habían llegado a dicha conclusión . Mientras , Maca y Patri fueron felices y comieron perdices  y siguieron siendo pacifistas y pacíficos porque casi nadie cambia de opinión ni escarmienta en cabeza ajena aunque se suela decir lo contrario . Esta entrada gustará o no gustará pero refleja la condición humana como otras muchas anteriores y , es probable , posteriores.